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INICIÁNDONOS EN EL MUNDO DE LA FOTOGRAFÍA DE ARÁCNIDOS

ARAC'NOTA, vol. 2: # 34


Gran parte de la belleza del mundo que nos rodea se encuentra en las cosas infinitamente pequeñas y desconocidas que hay en él. Hay todo un submundo de formas, texturas y colores que muy pocos han tenido la suerte de conocer de cerca. Parte de los objetivos de la fotografía, tales como capturar, aportar y divulgar, nos permiten dar a conocer la belleza de las cosas pequeñas que nos rodean. Hoy te invito a acompañarme en una expedición fotográfica en la que vamos a convertir a los arácnidos en nuestros protagonistas.


Los arácnidos son excelentes modelos fotográficos, ya sea por sus llamativas combinaciones de color, comportamiento en la naturaleza o por sus formas variadas. Fotografiar arácnidos es algo interesante y al final del día gratificante, ya que al volver de trabajo de campo (en ambientes naturales o urbanizados) y mostrar a otras personas los detalles interesantes que logramos ver de cerca, despiertan el interés del espectador y eliminan ese miedo casi siempre injustificado que por muchos años han causado.


A continuación te brindo unos consejos básicos para que tus fotografías de arácnidos sean las mejores.


Equipo: Lo primero es estar conscientes de las posibilidades de nuestro equipo fotográfico. No es lo mismo una cámara compacta que una réflex con un objetivo macro, acompañado de un sistema específico de flashes. Pero esto no quiere decir que no se puedan obtener excelentes resultados tanto con una como con la otra (Figs. 1-2).


Figuras 1 y 2. Arañas de la familia Lycosidae tomadas con cámara compacta (Fig. 1) y réflex (Fig. 2). Fotografía tomada por Jonathan Arreguín (Fig. 1) y Colin Hutton (Fig. 2).


Si usamos una cámara compacta podemos utilizar el modo macro (puedes reconocerlo por su logo en forma de flor), que permite acercarnos a distancias muy cortas. Pero por desgracia a esta distancia es difícil que llegue luz natural al sujeto y si éste es un poco escurridizo, lo habremos espantado antes de accionar el disparador.


Por el contrario, las cámaras réflex tienen un mayor peso y volumen, pero también permiten un gran control de la toma. Aunque con las ópticas normales tampoco podremos conseguir el nivel de ampliación que buscamos y es necesario implementarle ya sea lentes de aproximación, objetivos macro, anillos o tubos de extensión.


Iluminación: Comencemos con la luz natural, que en ciertas horas del día como por la mañana, nos puede ser de gran utilidad para iluminar nuestros modelos arácnidos. Sin embargo, en otras condiciones no es la más recomendable debido a que la calidad, dureza y color dependen de la posición del sol y otros factores como las nubes. Este tipo de luz, puede ocasionar que nuestras fotos salgan muy brillosas (Fig. 11). Además, tenemos la desventaja de que los animales suelen moverse y no es posible controlar el viento, lo cual producirá que nuestras fotos salgan desenfocadas. Para evitar estos problemas recurriremos a otro tipo de iluminación, el flash, el cual va a generar una luz artificial y nos brinda un mayor enfoque, logrando así que nuestras fotos sean más nítidas.


Para comenzar a adentrarnos en este tema, mencionaré dos tipos de flash: 1) el integrado en nuestras cámaras, que nos brindará una iluminación directa, pero como desventaja producirá que el arácnido a fotografiar salga muy oscuro y zonas con brillos no deseados (Fig. 6). Para contrarrestar esto, lo recomendable es utilizar difusores (Figs. 3-4), los cuales pueden comprarse o hacerlos de forma casera, estos suavizarán la luz emitida y nos proporcionaran una iluminación más uniforme, minimizando las sombras y obteniendo así una fotografía de mejor calidad (Figs. 1, 7, 8, 9 y 12). 2) Flash externo, que puede ser de anillo (Fig. 5) que se coloca cerca del objetivo de nuestras cámaras, normalmente rodeándolo y produce una iluminación homogénea y sin sombras (Figs. 10 y 13).


Figuras 3-7. Aditamentos para la iluminación externa (Figs. 3-5) y ejemplos de dos tipos de iluminación en una araña cara ogro (Deinopis aurita) (Figs. 6-7). Difusor de flash profesional (Fig. 3). Difusor de flash casero (Fig. 4). Flash de anillo (Fig. 5). Fotografía usando el flash integrado de la cámara (Fig. 6). Fotografía usando un difusor casero (Fig. 7). Fotografías 6 y 7 de Jonathan Arreguín.


Técnicas y consejos: Siempre que sea posible tratar de utilizar un soporte para ayudar a estabilizar la cámara, lo ideal es un trípode, pero podemos usar una bolsa llena de arena, esto nos garantizará la ausencia de movimiento y vibraciones.


Pierde el miedo, no tomes fotografías desde muy lejos o muy arriba. Obtendrás mejores resultados, más vivos y reales si tus fotos están a la altura del arácnido, recuerda que es el protagonista. Procura resaltar partes de su cuerpo o aspectos de su actividad, ya sea arácnidos devorando un insecto, en cortejo o simplemente posando en una flor o en su telaraña, esto hará que tu fotografía sea más interesante.


El mejor momento para fotografiar arácnidos es temprano por la mañana y al atardecer/anochecer, una ventaja de esto es porque la luz natural es todavía suave, lo cual beneficiará tu foto y otra es que a estas horas los arácnidos son menos activos y suelen ser menos escurridizos.


Sé paciente, es unos de los principales consejos que te doy. Fotografiar arácnidos conlleva a que muchas cosas no las notaremos, tenemos que ser observadores y revisar con paciencia todo el entorno: suelo, flores, ramas, hojas (por debajo de ellas también), ya que muchos de ellos tienen la capacidad de camuflarse con el entorno o algunos tienen una excelente vista y huirán antes de que logremos observarlos. Por eso es imperativo acercarse a ellos sin realizar movimientos rápidos, intentando no mover plantas cercanas.


Arácnidos más comunes para comenzar a fotografiar:

- Arañas de telas orbiculares, pertenecientes a la familia Araneidae podemos encontrar géneros como Araneus, Argiope (Fig. 8), Gasteracantha, Neoscona (Fig. 9) y Nephila, las cuales son excelentes modelos para comenzar a fotografiar. Se destacan por hacer telarañas relativamente grandes, en donde se posan a esperar su alimento, esto hace que podamos acercarnos a ellas sin que huyan, pero como factor en contra tenemos el viento que hará que tardemos en enfocar bien. Procura no tocar su telaraña o provocarás que nuestro modelo se mueva o escape.


Figuras 8-9. Arañas de telas orbiculares. Argiope trifasciata (Fig. 8). Neoscona oaxacensis (Fig. 9). Fotografías de Jonathan Arreguín tomadas con cámara compacta usando difusor casero.


- Arañas errantes o cazadoras, como su nombre lo menciona estas arañas no hacen telarañas como las anteriores, estas se encuentran al asecho de sus presas. Tomemos como ejemplo a tres familias:

1) Thomisidae o arañas cangrejo (Fig. 10): las encontraremos principalmente asociadas a flores, esto hace que tengan una variación de colores para camuflarse a su entorno y nos proporcionarán unas bellas fotos.

2) Lycosidae o arañas lobo (Fig. 11): son arañas que vagan en el suelo, dos de sus ocho ojos son relativamente grandes y frontales, poseen una excelente vista lo que hará que fotografiarlas sea un poco difícil ya que nos detectaran más fácilmente y huirán, pero con paciencia lograremos excelentes fotos.

3) Salticidae o arañas saltarinas (Fig. 12): de las arañas más fotografiadas, por su gran diversidad de formas y colores; caracterizadas por sus dos ojos centrales enormes, poseen la mejor visión entre las arañas, a diferencia de los lycósidos, estas raramente huyen, son bastante curiosas a la hora de fotografiarlas que es una de las grandes ventajas de esta familia, además de que podemos encontrarlas prácticamente en cualquier lado.


Figuras 10-12. Arañas errantes o cazadoras. Araña cangrejo (Mecaphesa sp.) usando flash de anillo (Fig. 10). Araña lobo (Hogna sp.) sin usar flash, solo la luz natural (Fig. 11). Araña saltarina (Phidippus maddisoni) usando difusor casero) (Fig. 12). Fotografías de Jonathan Arreguín tomadas con cámara compacta.


- Alacranes (Figs. 13-14): México tiene una gran diversidad de alacranes, podemos encontrarlos en diferentes hábitats, tanto en cuevas, desiertos, bosques, selvas, etc. Uno de los métodos para encontrarlos es buscándolos directamente, levantando rocas, troncos caídos, buscando entre cortezas, etc. Pero para resaltar su belleza, en la noche usamos luz ultravioleta (emitida por una lámpara especial) que da una apariencia brillosa y fluorescente a la cutícula de los alacranes, ésta luz hará que nuestras fotografías sobresalgan de las demás (Fig. 14).


Figuras 13-14. Alacrán (Vaejovis gracilis) recolectado en cueva y fotografiado con dos diferentes tipos de iluminación. Fotografía usando flash de anillo (Fig. 13). Fotografía usando lámpara de luz ultravioleta (Fig. 14). Fotografías de Jonathan Arreguín tomadas con cámara compacta.


Espero que encuentres en esta Arac'nota, un punto de partida para introducirte al maravilloso mundo de la fotografía de arácnidos. Recuerda que sólo aprendes cuando practicas.


©Arácnidos

Editor: Ricardo Paredes.


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