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¿CÓMO NOS RELACIONAMOS HUMANOS Y ARÁCNIDOS? OTRAS MANERAS DE CONOCERLOS

Me gustaría proponerte un ejercicio: transpórtate momentáneamente al pasado, no muy lejos tan solo a la época en la que escuchaste por primera vez las palabras “araña”, “alacrán” y “arácnido”. Después, trata de recordar la primera vez que viste “en vivo” a uno de esos amigos de ocho patas. ¿Qué llegó a tu recuerdo? ¿Son las mismas emociones aquellas de la infancia que ahora? ¿Crees que el grito de la tía o el escobazo de la abuela influyeron en tu manera de ver a estos animales?


Te invité a este momento de reflexión con la intención de ejemplificar que las costumbres e ideas de las personas con las que nos relacionamos, influyen en nuestra concepción del entorno y algunas veces perdura por toda nuestra vida, aunque nunca nos detuvimos a cuestionar si realmente entendemos o compartimos ese sentir. Los arácnidos no se escapan de ser parte de las ideas heredadas y algo tienen de razón las abuelas cuando nos dicen que no toquemos a esas “alimañas del diablo” o a esos “bichos malignos” que nos hacen daño si nos pican. Sin embargo, como en muchas otras situaciones, existe otra cara de la moneda. Si bien es cierto que la picadura de un alacrán puede ser peligrosa o que los “pelos” de la tarántula pueden irritar mucho los ojos, también hay cosas benéficas e interesantes en nuestras interacciones con ellos. Hoy me gustaría dejarte con la espinita de ver el estudio de los arácnidos desde la perspectiva de la etnobiología.


Uno de los temas de estudio etnobiológico más conocidos es el de los animales invertebrados comestibles, indagando sobre el conocimiento de adquisición, preparación y consumo de las fuentes de alimentación. Quizá lo primero que venga a tu mente son los chapulines o los escamoles (del náhuatl: azcatl = hormiga y molli = guiso, son las larvas de la hormiga Liometopum apiculatum), sin embargo has de saber que en Sudamérica, África y Asia las arañas de gran tamaño son utilizadas en bocadillos tostadas a las brasas o en brochetas grasosas. México no se queda atrás, hace algunos años se documentó el consumo de la “araña de seda dorada” Nephila clavipes en el estado de Oaxaca, auténticamente a manera de botana (pequeña cantidad de comida como aperitivo) (Vázquez-Dávila, 2008). En las comunidades donde se consumen arácnidos, en general no se consideran como una fuente importante de nutrientes, si no más como una botana ocasional cuando se está trabajando en el campo y no hay algo más a la mano (Healey y Florey, 2003; Randrianandrasana y Berembaum, 2015).


Otro tema que también es bastante abordado es el de los usos terapéuticos, tanto por ingesta como por ser elementos importantes en rituales de sanación (Machkour et al., 2012). En la literatura lo puedes encontrar bajo el rubro de “medicina tradicional” o “folk” que hace referencia a las prácticas terapéuticas de grupos humanos que se hereda muchas veces por tradición oral. Un ejemplo de ello son los remedios aplicados cuando existe una picadura por alacrán, en algunos lugares de México recomiendan “comerse al alacrán después que picó” o “ingerir alcohol con alacranes vivos”, entre otras prácticas. Es importante tener presente que hasta el momento no se ha logrado demostrar la efectividad de muchas de las prácticas tradicionales, aunque se reconoce que muchas de ellas resultan relevantes por el efecto a nivel psicológico, ya que la persona asegura “sentirse mejor” al recibir asistencia en lo que se trasladan al centro de salud.


Sin embargo, algunos de esos “remedios de abuelita” no están del todo errados, ya que a través de estudios controlados se ha demostrado que algunos de ellos tienen efectos reales en el organismo y que no solo se trata de efecto placebo. Por ejemplo, el uso de la seda de las telarañas en la curación de heridas superficiales es una práctica ancestral realizada en varios sitios del mundo (Meyer-Rochow, 2017). En un análisis químico se encontró que la seda de la araña casera Tegenaria domestica contiene moléculas con propiedades que inhiben el crecimiento de cierto tipo de bacterias (Wright y Goodacre, 2012), por lo que sugieren que este uso terapéutico puede tener un fundamento fisiológico.


Figura 1. Capucha. Tomado de Frost, N. (2017). Atlas Obscura. Recuperado de https://www.atlasobscura.com/articles/ooi-spiderweb

Otro uso es el ritual, donde se considera que consumir algunos arácnidos incrementa la virilidad y fertilidad; también se les encuentra como materia prima o representados de manera simbólica en diversos objetos como signo de poderío, entre otros (Figura 1) (Healey & Florey, 2003). En México se relaciona al escorpión –colotl- con castigo y a la araña –tocatl- con el inframundo (Figura 2) (Dessoudeix, 2000).


Figura 2. Representación de Tocatl –araña- en el códice Xolotl. Tomado de Tlachia [en línea]. Universidad Nacional Autónoma de México. (2012). Recuperado de http://tlachia.iib.unam.mx


Los etnobiólogos reconocen que no se le ha dado suficiente atención al uso y entendimiento de los arácnidos desde este enfoque, que en algunas ocasiones no se ha indagado más allá de “insecto” o “bicho” y que en realidad puede haber más cosas interesantes cuando se explora a detalle. ¿Qué dices, te animas a ser pionero en la etnoaracnología?


Las fuentes para profundizar…

  • Healey, C. y M. Florey. 2003. Alune arachnophagy and approaches to spiders among an Eastern indonesian people. Journal of Ethnobiology, 23 (1): 1-22.

  • Machkour, S. Hénaut, Y., Winterton, P. y R. Rojo. 2011. A case of zootherapy with the tarantula Brachypelma vagans Ausserer, 1875 in traditional medicine of the Chol Mayan ethnic group in Mexico. Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine, 7: 12.

  • Meyer-Rochow, V. B. 2017. Therapeutic arthropods and other, largely terrestrial, folk-medicinally important invertebrates: a comparative survey and review. Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine, 13: 9.

  • Randrianandrasana, M. y M.R. Berembaun. 2015. Edible non-crustacean arthropods in rural communities of Madagascar. Journal of Ethnobiology, 35 (2): 354-383.

  • Vázquez-Dávila, M. 2008. Primer reporte de aracnofagia en Mesoamérica. Memoria del Simposio: La Etnobiología en Oaxaca (Xoxocotlán, Oaxaca, 19-23 de Marzo del 2007).


Ligas de interés

  • Asociación Etnobiológica Mexicana A.C. http://asociacionetnobiologica.org.mx/aem/base-de-bibliografia-etnobiologica

  • Sociedad de Investigación y Difusión de la Etnobiología http://www.sidet.org.mx/

  • https://ethnobiology.org/conceiving-venomousness-0

  • http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn31/606.pdf

©Arácnidos

Editor: Ricardo Paredes.

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