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UNA PALEOHISTORIA: GARRAPATAS FÓSILES PARÁSITAS DE DINOSAURIOS EMPLUMADOS

El registro fósil de ácaros ectoparásitos asociados a vertebrados es escaso y estaba restringido a la era Cenozoica, como por ejemplo la garrapata "blanda" (Ixodida: Argasidae) Ornithodoros antiquus Poinar, 1995 hallada junto a un coprolito (heces fosilizadas) y pelo (probablemente de un roedor) en ambar del Mioceno (hace 30-40 millones de años) de República Dominicana.


En esta ocasión comentaremos una investigación científica recientemente publicada en la prestigiosa revista "Nature Communications" y que tiene como objeto de estudio a fósiles de unos parásitos por excelencia que se alimentan de sangre, los ácaros comúnmente conocidos como garrapatas (Parasitiformes: Ixodida). Estos fósiles provienen de un depósito de ambar birmano, localizado en el Sudeste Asiático (actual República de Myanmar o Birmania).


La investigación liderada por Enrique Peñalver del Instituto Geológico y Minero de España y sus colegas, documenta la presencia de dos especies de garrapatas mucho más antiguas que los registros conocidos. La primera de ellas, una garrapata "dura" originalmente nombrada Cornupalpatum burmanicum Poinar y Brown, 2003 (Ixodida: Ixodidae), se conocía únicamente por dos organismos en fase larvaria y ningún dato adicional acerca de su biología. Peñalver y colaboradores, presentan el registro fósil de esta misma especie de garrapata pero en estadio ninfal (previo al adulto) y lo más interesante es que una de sus patas estaba enganchada en la barba de una pluma penácea (tipo de plumas alargadas y como penacho, principalmente involucradas en el vuelo planeado o impulsado). Esta íntima asociación quedó capturada en el ambar birmano de hace cerca de 99 millones de años (Periodo Cretáceo de la era Mesozoica) (Figura 1).


Figura 1. Fotografías y dibujo de la garrapata Cornupalpatum burmanicum enredada en una pluma penácea (Tomada de Peñalver et al., 2017).

La segunda especie documentada y proveniente del mismo yacimiento fosilífero de ambar, representó el hallazgo de una nueva familia de garrapatas, ya que presentaban características que no correspondían con ninguna de las tres familias reconocidas (esto es: Argasidae, Ixodidae y Nuttalliellidae). La familia fue nombrada Deinocrotonidae, nombre compuesto por las palabras griegas deinos = terrible y krotṓn = garrapata. La descripción estuvo basada en cuatro ejemplares adultos (dos hembras y dos machos) cuya especie fue llamada Deinocroton draculi Peñalver, Arillo, Anderson y Pérez-de la Fuente, 2017 (Figura 2), nombre que hace referencia al personaje conocido como "el conde Drácula", el vampiro más famoso de la literatura fantástica.


Aparentemente, Deinocroton draculi también se asociaba a un dinosaurio emplumado, esto último inferido por la presencia de sedas astadas (= hastisetae, sedas especializadas con el extremo distal dilatado en forma de lanza) de larvas de escarabajos derméstidos y que se fosilizaron pegadas a las garrapatas. Esta información junto con evidencia adicional de naturaleza tafonómica, indica que las sedas astadas y las garrapatas quedaron atrapadas en resina muy cercanamente al nido del huésped (algún dinosaurio terópodo). Una de estas garrapatas hembras estaba engordada, lo que indica que estaba alimentada y con el cuerpo aumentado 8.5 veces (en volumen) con respecto a las otras tres garrapatas flacas.


Figura 2. Reconstrucción del macho y la hembra de Deinocroton draculi con base en imágenes de tomografía computarizada (CT-scans) (Tomada de Peñalver et al., 2017).

No se puede conocer con certeza el tipo de organismo al que pertenece esta pluma encontrada con las garrapatas, pero lo que si queda claro es que no es de aves ya que estas son un linaje más reciente que el depósito de ambar. El ambar birmano ha proporcionado evidencia interesante de la fauna de épocas pasadas, tales como polluelos de aves extintas y recientemente algunos grupos de arácnidos previamente desconocidos (de los cuales les estaremos platicando en próximas Arac'notas). Sin embargo, aún quedan varias preguntas por resolver como la identidad exacta de estas primeras fuentes de sangre para las garrapatas y la posibilidad de estas últimas de transmitir microorganismos causantes de enfermedades a los extintos dinosaurios en su época de esplendor.


Literatura consultada:

- Peñalver, E. A. Arillo, X. Delclòs, D. Peris, D. A. Grimaldi, S. R. Anderson, P. C. Nascimbene y R. Pérez-de la Fuente. 2017. Ticks parasitised feathered dinosaurs as revealed by Cretaceous amber assemblages. Nature Communications, 8 (1924): 1-13. https://www.nature.com/articles/s41467-017-01550-z

- Poinar Jr. G. O. 1995. First fossil soft ticks, Ornithodoros antiquus n. sp. (Acari: Argasidae) in Dominican amber with evidence of their mammalian host. Experientia, 51 (4): 384-387.

- Poinar Jr. G. O. y A. E. Brown. 2003. A new genus of hard ticks in Cretaceous Burmese amber (Acari: Ixodida: Ixodidae). Systematic Parasitology, 54: 199-205.


©Arácnidos

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