CUANDO ABANDONAR TU HOGAR TE CUESTA MILES DE AÑOS: LOS RICINÚLIDOS Y SU ACTUAL DISTRIBUCIÓN
El orden Ricinulei es uno de los más pequeños y olvidados dentro de los arácnidos, aunque no por eso deja de ser un grupo sumamente interesante. Su tamaño pequeño los convierte en animales muy peculiares, principalmente se encuentran asociados a cuevas y climas tropicales, sin embargo es un verdadero reto encontrarlos y recolectarlos, inclusive para aquellos que se dicen los mejores colectores resulta un verdadero dolor de cabeza.
La característica más sobresaliente de los ricinúlidos es la presencia de una proyección en la región anterior del cuerpo, llamada “cuculus”, que asemeja mucho a la visera de una gorra, ¡ningún otro grupo de arácnidos presenta dicha estructura! Su tamaño corporal es de 4 mm en promedio y presentan coloraciones pardas o rojizas (Figura 1), lo que les facilita pasar desapercibidos en el suelo que habitan tanto para sus depredadores como para los especialistas interesados en su estudio.
Figura 1. El ricinúlido Pseudocellus gertschi. Fotografía por Jonathan Arreguín.
Algo que también llama la atención en estos animalitos son las zonas en las que viven, ya que actualmente se conocen tres géneros en regiones muy particulares: 1) Ricinoides en África, 2) Cryptocellus principalmente en Sudamérica y 3) Pseudocellus ubicados en el Caribe, Centroamérica y México. A partir de esta distribución surge la pregunta: ¿cómo es que habitan en áreas del mundo tan distantes?, sobre todo considerando que son tan pequeños y no se mueven grandes distancias. Pues bien, la respuesta estuvo oculta en sus genes y fue dilucidada recientemente por Fernández y Giribet (2015): los ricinúlidos han permanecido por muchos años anclados a su área de distribución, cambiando y diferenciándose en conjunto con esta; es decir, cuando el lugar donde viven cambia, también lo hacen ellos con esta (nunca abandonan sus casas).
Hace aproximadamente 200 millones de años, los ricinúlidos vivían todos en conjunto en lo que conocemos como Gondwana (Figura 2); sin embargo, cuando las masas continentales siguieron separándose hasta finalmente conformar los actuales continentes, se fueron con ellos diferentes grupos de ricinúlidos. Así, unos se quedaron en África (los que ahora conocemos como Ricinoides), mientras que el resto se fue navegando en conjunto con su masa de tierra, diferenciándose de sus hermanos africanos; algunos de estos permanecieron en Sudamérica (que son los que conocemos como Cryptocellus) y el resto emigraron al Norte (convirtiéndose en Pseudocellus, los actuales ricinúlidos mexicanos). Por lo tanto, los ricinúlidos de México permanecieron más tiempo en contacto con sus primos sudamericanos, que con sus primos africanos a quienes dejaron de ver hace aproximadamente 105 millones de años.
Figura 2. Separación temprana de los antiguos bloques continentales. Imagen tomada de Wikipedia.
Este es un claro ejemplo de como los cambios en el planeta Tierra a lo largo del tiempo, nos ayudan a entender la biología de aquellos arácnidos pequeños, con poca movilidad y con una estrecha relación a sus restringidas áreas de distribución (microendémicos) actuales.
Si te interesa aprender más sobre biogeografía o leer el artículo completo te invitamos a consultar la publicación original.
Literatura citada.
- Fernández R. y G. Giribet. 2015. Unnoticed in the tropics: phylogenomic resolution of the poorly known arachnid order Ricinulei (Arachnida). Royal Society Open Science, 2: 150065. http://dx.doi.org/10.1098/rsos.150065
©Arácnidos
Editor: Ricardo Paredes.
