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PERCIBIENDO EL MUNDO COMO ALACRÁN: ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

Hola amigos, en Arac’notas anteriores hemos reseñado estudios taxonómicos, conductuales y genómicos conducidos en arácnidos, pero alguna vez se han preguntado: ¿cómo es que los alacranes logran interactuar con otros organismos en los ecosistemas? Sea cual sea su respuesta, les recomiendo seguir leyendo ya que les prometo será de su interés. En esta ocasión, vamos a hacer un ejercicio con la imaginación para entender como sentiríamos los estímulos a nuestro alrededor si fuéramos, por ejemplo: alacranes.

Sin duda, uno de los principales sentidos de nosotros los mamíferos es la vista, pero de ser un alacrán, ¿ven igual que nosotros? ¿Cómo observa un alacrán? ¿Es tan importante la vista para ellos, como para nosotros? Para responder estas preguntas, necesitamos comentar primero como son los ojos de los alacranes. Hay varios trabajos que abordan este tema, pero vamos a adelantar que hay diferentes tipos y numero de ojos simples (ocelos) en los alacranes y estos van desde ninguno hasta un máximo de 12 (Fig. 1). Una vez dicho esto, es importante señalar que la mayoría de estos ocelos solo detectan luz y sombra, por lo que los alacranes no tienen una visión detallada como los mamíferos, aves o incluso algunas arañas.


Figura 1. Variación en el número de ocelos en los alacranes y los diferentes patrones de acomodo. Imagen tomada de Loria & Prendini (2014).


Ahora, si ya sabemos que la visión no es el punto fuerte en estos arácnidos ¿cómo puede existir un depredador que no vea? ¿Alguna vez han visto un jaguar ciego? Para responder esto hay que buscar las respuestas en otras partes del cuerpo. En este caso, vamos a enfocarnos particularmente en dos estructuras morfológicas: los peines y la sedas de los alacranes.

Primero, los peines son estructuras que reciben su nombre por el gran parecido que tienen con un peine para el cabello y se localizan en la región ventral del opistosoma, posterior a la abertura genital (Fig. 2). Éstos tienen una función especial, ya que cada uno de los dientes de estos peines son receptores de estímulos mecánicos (mecanorreceptores) y químicos (quimiorreceptores). Mecanorreceptor se refiere a que puede percibir estímulos al tacto y diferenciar entre duro o blando y rugoso o liso, el equivalente a nuestras manos (tacto). Quimiorreceptor quiere decir que percibe estímulos químicos, aromas y hormonas sexuales (feromonas), el equivalente a la nariz (olfato) en las personas. En resumen estos peines serían como si nosotros oliéramos con las manos, además de las funciones que de por sí ya realizan.


Figura 2. Los peines de un alacrán. Fotografía por Gerardo Contreras.


Las segundas estructuras morfológicas son las sedas, estructuras con forma de pelo, las cuales pueden distinguirse dos tipos principales: 1) las que tienen una mayor inervación nerviosa y pueden también ser quimiorreceptores (estas las llamamos tricobotrias) y 2) las que no están tan inervadas y simplemente son llamadas sedas. Las sedas sirven más como mecanorreceptores y las tricobotrias además de esta función también pueden percibir el movimiento a su alrededor por los desplazamientos de corrientes de aire (Fig. 3). Las tricobotrias solo están presentes en las extremidades que presentan las tan características pinzas o tenazas de los alacranes (pedipalpos) y también pueden estar presentes en otros grupos de arácnidos aunque en menor número.


Figura 3. Estructura interna y externa de la tricobotria de un alacrán. Imagen tomada de Meßlinger (1987).


Como vemos, hay una diferencia abismal en la manera de percibir el mundo entre los diferentes grupos de animales. Ahora, considerando lo que sabemos de estas estrategias, imaginemos que somos un alacrán: ¿cómo percibiríamos el mundo si solo pudiéramos ver sombras, reconocer olores y detectar las corrientes de aire con las manos? ¿Seríamos tan buenos depredadores como ellos?

Literatura recomendada

- Loria, S.F. y Prendini, L. 2014. Homology of the lateral eyes of Scorpiones: A six-ocellus model.

PlosONE, 9 (12): 1-30.

- Meßlinger, K. 1987. Fine structure of scorpion trichobothria (Arachnida, Scorpiones).

Zoomorphology, 107: 49-57.

- Polis, G. 1990. Scorpions Biology. Stanford University Press. 587 p.

©Arácnidos

Editor: Ricardo Paredes

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