NUESTROS INSEPARABLES ALIADOS: LOS ÁCAROS DE LA PIEL
El cuerpo humano se encuentra en estrecha relación con muchos organismos, la mayoría de ellos de tamaño pequeño como hongos y bacterias, de hecho se calcula que menos del 10% de las células que nos integran son propiamente nuestras. Pero no solo establecemos simbiosis con microorganismos sino también con algunos animales, entre los principales se encuentran los ácaros del género Demodex Owen, 1843.
Los ácaros Demodex (Arachnida: Acariformes: Prostigmata: Demodicidae) son parásitos de tamaño pequeño (aproximadamente la mitad de un granito de sal de mesa) y en forma de gusano alargado que pasan todo su ciclo de vida sobre mamíferos (Figuras 1 y 2). Se conocen cerca de 140 especies y la mayoría suele parasitar una sola especie de mamífero, por lo que se considera que tienen una alta especificidad de huésped. En el ser humano se han registrado dos especies: Demodex folliculorum (Simon, 1842) y D. brevis Akbulatova, 1963. Estos ácaros prefieren vivir en el cuero cabelludo y la cara, sobre todo en las pestañas aunque también han sido registrados en las orejas, pezones y lunares.
Aunque en general estos ácaros viven en los folículos pilosos, específicamente D. folliculorum habita el área del folículo por encima de la glándula sebácea, en donde al parecer se alimentan de contenido celular, mientras que D. brevis habita las glándulas sebáceas asociadas con el vello corporal. Así que, con aproximadamente 5 millones de folículos pilosos por todo el cuerpo y más de 7 millones de humanos en el planeta, la disponibilidad de hábitat para estos ácaros es inmensa.
Figura 1. Ácaro del género Demodex extraído del cutis. Fotografía por Ricardo Paredes con microscopio óptico, aumento 10x.
Las partes bucales de estos ácaros están modificadas para comerse el contenido del sebo y de las células de la piel. Las restricciones de tamaño de los folículos donde viven estos ácaros han resultado en la reducción de algunos órganos. No tienen sistema respiratorio y su sistema digestivo está altamente modificado ya que no tienen intestino posterior ni ano. Esto último evita que se dispare una respuesta inmune por parte del huésped pero acarrea problemas con la excreción de desechos que en consecuencia conduce a que vivan poco tiempo.
Se calcula que cada persona lleva una colonia de 1000 a 2000 ácaros Demodex. Algunos estudios han mostrado densidades más altas en la piel con algún padecimiento inflamatorio en comparación con la piel normal, sin embargo no se sabe si éstos son la causa o el resultado de la inflamación. Así que, es muy debatible el papel que juegan en ciertos desórdenes inflamatorios del cutis. Y aunque vivimos en equilibrio con las poblaciones de estos ácaros en nuestra piel, en raras ocasiones en personas inmunocomprometidas como diabéticos, con falla renal o con algunos tipos de cáncer, la cantidad de Demodex folliculorum se incrementa. Sin embargo, los padecimientos más graves ocurren en animales domésticos como gatos y perros pero son producidos por otras especies del género Demodex.
Aunque estos ácaros son los animales con los que los humanos tenemos la más intima interacción se sabe muy poco de su prevalencia y de su diversidad. Los estudios que se han realizado directamente en la piel de las personas, nos indican que en todas las razas humanas se presentan estos ácaros y que a mayor edad también es mayor la probabilidad de tener ácaros. Tampoco parece haber predilección por hombres o mujeres, aunque en el tipo de cutis graso o mixto se presenta mayor cantidad de D. folliculorum comparado con cutis seco y neutro.
Figura 2. Vista ventral del ácaro Demodex. Acercamiento de la región anterior en donde se aprecian las 8 patas reducidas. Fotografía por Ricardo Paredes con microscopio óptico, aumento 20x.
A pesar de su tamaño, en la actualidad es posible identificar molecularmente a estos ácaros, incluso sin detectar su presencia con herramientas convencionales como el microscopio óptico. A partir del sebo facial ha sido posible detectar ADN de Demodex con un éxito del 100% lo que indica que estos ácaros son más comunes de lo que se pensaba. Sin embargo, para tratar de conocer con mayor detalle la biología de estos ácaros, una herramienta alternativa sería criarlos en laboratorio, pero dada su alta especificidad de hábitat (esto es, la piel) ha sido muy complicado llevarlo a cabo. Se ha venido generando avance en el desarrollo de cultivos de piel artificial pero la presencia de folículos pilosos y vasos sanguíneos son cruciales para intentar criar éstos ácaros.
Dada la información disponible, debemos recalcar que la interacción entre la especie humana y los ácaros Demodex es tan antigua que estos ácaros no ocasionan daño alguno y se ha establecido un equilibrio en el cual no nos vemos afectados por esta interacción. Incluso, estos ácaros estimulan la actividad de las glándulas sebáceas, favoreciendo la producción de grasa en la piel de las personas mayores, retardando la formación de arrugas, las que normalmente aparecen prematuramente en personas con cutis reseco y que por lo tanto carecen de Demodex. Así que, tal como se refería a estos ácaros la Dra. Anita Hoffmann, pionera del estudio de los ácaros en América Latina, estamos frente al verdadero “fiel compañero del hombre”.
Si te interesa conocer más del tema te sugerimos ponerte en contacto con nosotros mediante nuestros diferentes medios y/o consultar la siguiente literatura:
- Hoffmann, A. 2003. Animales desconocidos. Relatos Acarológicos. 3a edición. La Ciencia para todos, 60. Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, México. 129 págs.
- Litwin, D., W. Chen, E. Dzika y J. Korycińska. 2017. Human permanent ectoparasites; recent advances on biology and clinical significance of Demodex mites: narrative review article. Iranian Journal of Parasitology, 12 (1): 12-21. http://ijpa.tums.ac.ir/index.php/ijpa/article/view/1512
- Thoemmes, M. S., D. J. Fergus, J. Urban, M. Trautwein y R. R. Dunn. 2014. Ubiquity and diversity of human-associated Demodex mites. Plos One, 9 (8): e106265. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0106265
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Editor: Ricardo Paredes
